Vengo de un tiempo golpeado,
de una tierra y un siglo,
en el que, por mi condición de mujer
no me dejaron ser.
Tuve hijos
y con ellos,
tormentos
Tuve hijo
y, a veces,
una felicidad profunda.
Tuve marido.
Tuve padre
Tuve marido.
Tuve padre
hasta que lo exterminó
la pulmonía.
Tuve madre
Tuve madre
que sufrió la orfandad y la viudez.
Hoy soy.
Hoy soy.
Sigo acá
entre fincas y cerros,
entre álamos y este río,
entre fincas y cerros,
entre álamos y este río,
eternamente pobre y flaco.
Sigo acá.
Soy mujer
soy otra,
más libre,
intento ir y venir a mi antojo
intento, cada día,
soy otra,
más libre,
intento ir y venir a mi antojo
intento, cada día,
dejar las culpas
las de la maternidad
las del matrimonio
las de ser hija.
Puedo buscar,
sentir,
amar,
llorar.
Puedo lastimarme las rodillas y el orgullo
sin quebrar el amor propio.
Estoy acá.
Soy en la sangre de mi descendencia.
Soy mi tataranieta.
Soy en la sangre de mi descendencia.
Soy mi tataranieta.
Soy todas.
Vengo a hablar.
A gritar lo que no pude,
Vengo a hablar.
A gritar lo que no pude,
porque nadie entendía
detrás de las mordazas del patriarcado.
Vengo a llorar por las muertas,
Vengo a llorar por las muertas,
las golpeadas,
las negadas,
las madres niñas de quince hijos
las madres de machistas controladores.
Vengo a poner voz.
a las del pasado y a las del presente.
Vengo a exclamar
lo que sueño
a las del pasado y a las del presente.
Vengo a exclamar
lo que sueño
lo que busco.
Vengo a desnudar
sobre la tierra húmeda,
un cuerpo con género y sexo,
al que no le importa ni el género, ni el sexo.
Al que le importa
al que no le importa ni el género, ni el sexo.
Al que le importa
el amor,
los encuentros,
la ternura,
el lugar cómodo para los que quieran estar.
Vengo a poner palabras y sentires y silencios
¡Bienvenidos aquellos que quieran leer sin juzgar!