HISTORIANDO


Constelaciones

Niñita de pocos años,
de hermanitos difuntos,
de padres lastimados
con la herida incurable 
de la muerte.

La niña ríe
para ganarle a la parca,
la risa no alcanza.
La niña aprende a leer,
no alcanza.
La niña aprende a escribir,
no alcanza.
Las creaturas muertas 
siempre están ahí,
llaguita que no cura
llaguita
que supura futuros putrefactos:
lo que venga será doloroso 
la novedad es muerte
el cambio es muerte
la rutina es muerte
mañana miedo 
mañana pérdida.
No alcanza.

La niña se refugia 
en la Historia,
dibuja pasados como cuentos
para hallar finales felices,
en los que el cáncer 
no fagocita todo.

No es mi duelo,
es el de la niña y sus hermanos
No es mi duelo
es la orfandad sin cicatrizar 
de la madre

Mi duelo es 
el de la niña perfecta. 

La mujer 
da lo que puede,
camina sin detenerse
La mujer
abre el eslabón de la cadena
La mujer se escapa.
La mujer 
suelta los pájaros negros
suelta los pájaros
que escupen lava 
La mujer avanza
No importa
lo que dicen a sus espaldas
No importa
lo que quieran 
No importa
lo que piensan y callan
No le importa
si no les alcanza

para ella 
es suficiente.




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